sábado, 9 de agosto de 2014
Bibliotecas
Los Barceloneses, Sempronio. Barcelona, 1959
La Verdad, 24/11/12
LITERATURA/ABABOL
Amigos de los libros, sabemos que las colecciones y bibliotecas no son para particulares, a pesar de lo que algunos nos
entusiasmamos con ellas. Si por alguna circunstancia, en algún caso aislado,
resulta que se consigue reunir lo que podríamos llamar una “colección”, enseguida nos damos cuenta de que su mantenimiento
resultará difícil, no para su creador, sino para sus descendientes.
Ocurre
además que el cuidador siente la tentación de buscarles nuevos compañeros,
máxime cuando amigos y amigas te descubren y señalan títulos interesantes y,
como no, nos dejamos tentar.
El
problema aparece cuando al aficionado coleccionista, le dan un toque, o dos, y
le advierten que debe olvidarse de sus libros y dedicarse al cien por cien a
repasar los motores que le mantienen en movimiento, pues se aproxima la fecha
de caducidad y necesitan de toda su atención para seguir funcionando.
Y
ahí es cuando se presenta el dilema. Hijos, nietos, familia, están todos
encantados y orgullosos de los libros del abuelo…Claro que para eso están las
esposas, que ellas si saben lo que hay que hacer en estos casos.
Un
fuerte abrazo para todos, que sigáis viendo y comprando libros, que son buenos
compañeros.
Sebastián
Damunt
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