100 PAELLAS y una fideuá
Ignacio Méndez-Trelles
Ernesto Cantón García
Barcelona, 2004
Recientemente hemos
presentado en el blog, un par de libros con el título de paella:
PAELLA, Barcelona,
2013, de Alberto Herráiz
con lo que parecía
que teníamos el tema controlado. Pero ayer, mientras buscaba otra cosa, se me
quedó en la mano “100 PAELLAS y una
fideuá” y me dije: -¡Al blog vas!
Aunque después de
repasar la Bibliografia que el libro incluye, hemos descubierto algunos títulos
más que usan “paella”, pero de momento los dejamos para mejor ocasión:
El
arroz, de la paella al sushi, Barcelona
1999, de Clare Ferguson
El
libro de la paella y de los arroces, Madrid
1987, de Lourdes March
El
ocaso de las paellas, San Sebastián 1997, de Arturo
Pardos
100 PAELLAS
y
una fideuá
Índice
Presentación
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La
“paella” es sin duda nuestra receta más popular. Y, para comprobarlo, nada
mejor que observar su presencia en los menús de todas las regiones de España y
también en los hábitos culinarios de quienes nos visitan, cuya imagen más
reconocible les presenta disfrutando de una paella en la terraza de un paseo
marítimo del Mediterráneo.
Pero
esta popularidad no implica que la verdadera paella sea suficientemente
conocida, sino todo lo contrario, puesto que, alrededor del concepto esencial
artesano, han ido surgiendo infinidad de variaciones, más o menos creativas,
más o menos industriales, que han contribuido a distorsionar la receta. Aunque
es cierto que el de la paella ha sido siempre un universo rico y diverso, como
en este libro tendrán la oportunidad de comprobar.
…
Sí
que consta documentalmente que los franceses divulgaron en 1856 (La cuisine
clasique, de Duboris y Bernard) la fórmula del “arroz a la valenciana”, en
donde el cereal aparecía acompañado de pollos y codornices en guisos
diferentes. Es decir, aunque, con muchos matices, ha habido unos determinados
cánones en cuanto a sus ingredientes y, por ejemplo, Joan Perucho cita en su Estética
del gusto el guiso que disfrutaron durante una visita a la Albufera
valenciana el insigne pensador Marcelino Menéndez Pelayo y el bibliófilo
Serrano y Morales en 1903: “Una paella descomunal con arroz de tombeta, pollo,
cerdo, vaquetes, anguilas, alcachofas y orondos langostinos”, a la que también
hace referencia José María Pisa en
sus Cuadernos
de gastronomía.
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RAFAEL
ANSON
Presidente
de la Academia Española de Gastronomía
Brevísima
introducción
El
arroz es…
…
El
cultivo de este cereal milenario está ampliamente mecanizado en los países
occidentales, mientras que en las regiones asiáticas continúa realizándose de
la extenuante forma tradicional: a mano. Aquí son las mujeres las encargadas
históricamente de realizar la recolección y en muchos sitios aún conservan el
ritual milenario de mantener escondido el cuchillo con el que van a cortar los
tallos del arroz para que el espíritu de éste no sepa que va a morir en ese
momento, tan lejos llega la veneración por su ancestral sustento.
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Historia
mágica del arroz
Algunos
conceptos nutricionales
Arroces
y arroces
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Nuestra
conclusión final, con respecto al tipo de arroz a emplear en la paella, es que
resulta válido cualquiera de los de precio medio pertenecientes a las marcas
respetables, conocidas y de difusión generalizada. Esta línea de arroz, pero
siempre ¡de grano medio! Quien utilice los arroces de gran calidad –bomba y
Calasparra- debe saber, con respecto a las recetas de este libro, que tendrá
que aumentar el tiempo de cocción y el líquido a aportar.
Pasado,
presente y futuro de la paella
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Como
ocurrió con muchas recetas tradicionales, la paella nació como un plato que
hacían los agricultores en su comida al aire libre de mediodía, en el campo en
donde estaban trabajando, utilizando un recipiente que los valencianos llaman paella
y que, a su vez, provenía de la palabra latina patella, que no es otra
cosa que “sartén”.
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Paella
o paellera: terminología definitiva
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Para
nosotros es mucho más claro y diacrítico emplear paella para hablar del
plato o receta y paellera para referirnos contundentemente al recipiente
característico en donde se cocina, siempre y cuando estemos hablando en
castellano, naturalmente. Es, sin duda, la mejor forma de distinguir entre el continente
y el contenido.
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De
los errores de la literatura gastronómica
La
herejía de la paella mixta
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La
paella mixta, en definitiva, es una herejía, por mucho que se quiera ser
condescendiente con ella. Culinariamente no se sostiene, choca frontalmente con
la lógica gustativa, desarma los más elementales principios de cocina y
representa un agravio para cada uno de los ingredientes que participan en tan
grotesco ruego, pues elimina la personalidad de sus sabores.
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¿La
paella en el restaurante o la paella en casa?
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La
paella, por otra parte, es una celebración que se ha de realizar –siempre que
sea posible- con los mejores familiares y amigos, en el entorno distendido de
la casa de uno de ellos, con plena serenidad, disfrutando de cada minuto, de
cada palabra conversada, colaborando activamente en la elaboración tanto del
plato como de las bebidas que deberán acompañarlo. El restaurante impone una
incómoda rigidez de movimientos, impide el vocerío alegre y libertino, las
risas estruendosas, cohíbe la exaltación de la amistad propia de las
sobremesas… y al final sale uno con el presupuesto mensual de comidas reducido
a la mitad.
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La
fiesta de la paella
La
paella no es una comida cualquiera, igual que la sidra natural asturiana
tampoco es una bebida cualquiera. Tanto una como otra constituyen rituales
gastronómicos que precisan de una liturgia muy particular.
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La
paella de mi madre
Fuegos
para la paella: de la mar el mero, de la tierra el paellero
El
fuego para cocinar una paella es casi tan importante como los ingredientes que
vamos a usar. Si el fuego no es el adecuado no sacará la paella adelante ni el
más encopetado y blanquilustrado de los cocineros valencianos.
La
ortodoxia más radical a este respecto exige que la paella se haga sobre un
fuego de leña, o más concretamente de brasas. Y aún más, los fundamentalistas
no permiten otra leña que no sea la del naranjo.
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Clases
y tamaños de las paelleras
Conservación
de las paelleras
Técnica
de la cocina de la paella
…
Estos
puntos clave constituyen los secretos mejor guardados del mundo de la paella.
Son unas reglas áureas que sacamos a luz aquí aun a riesgo de sufrir algún
atentado –dialéctico- de los alquimistas paelleriles más celosos del secreto.
Préstese mucha atención:
El
tiempo de cocción del arroz –hablando siempre del arroz blanco común- varía
según la altura del nivel del mar. Como medida orientativa diremos que, a pie
de mar, el tiempo normal es de 12 a 14 minutos, mientras que a la altura,
digamos de la meseta, es de entre 13 y 15 minutos, con el consiguiente aumento
de demanda de líquido. En cualquier caso, nunca son los típicos 20 minutos. Con
tanto tiempo sólo conseguiremos un “grumo arrocero”. A esto deberá añadírsele la consideración de si el arroz se rehogó
previamente y cuánto tiempo.
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La
regla de Bodoni
…
…lo
que queremos decir es que las paellas deben llevar unos ingredientes que
contrasten entre ellos, que sean de naturaleza claramente diferenciada. Y, lo
más importante, no deben usarse más de tres tipos de ingredientes, sin contar
con el arroz y demás sustancias que lo aderezan (aceite, sal, pimentón,
azafrán, etcétera).
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La
paella por “serendipidad”
La
“serendipidad” es la facultad de hacer un descubrimiento o un hallazgo
afortunado de manera accidental.
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Con
el tiempo, con la práctica, con tesón paellero, acabaremos desarrollando la
azarosa facultad de conseguir hacer paellas, literalmente, con cualquier cosa:
arroz + lo que sea. El instinto nos llevará por el buen camino para rematar
arroces en apella con los medios más exiguos, o más opulentos.
…
Azafrán
versus colorante
…
Nuestro
consejo final al respecto es que se use azafrán (en hebra) siempre que sea
posible, pero, casi de no ser así, que no se tenga ningún reparo en utilizar
colorante alimentario y, mucho menos, en confesarlo.
Cómo
se hacen los caldos
Homenaje
rimado a la “paella”
Paellas de carne
(45 recetas de
paellas de carne, de las que selecciono 3 fotos)
Paella valenciana
Algo que contar
…
Perdónenos también el viejo
olvidado poeta de la cocina, Mestre Josep, por “emplear prosa llana para
hablar de la paella valenciana”, si aclaramos tan sólo una breves –pero
ineludibles- rúbricas con las que nunca errará el parlanchín conocedor de
este galardonado e internacional plato. Los ingredientes de inexcusable uso
serán siempre, aparte del arroz, el pollo, el conejo, las judías conocidas en
la región levantina como ferraúra y las pequeñas alubias llamadas tavella, el
garrofó (habas blancas muy grandes y aplanadas), tal vez los caracoles
(vaquetas) y el azafrán. El resto, todo lo que se quiera y más, queda al
personalísimo criterio de cada cual, pues en ningún sitio como en la paella
valenciana se puede aplicar con tanto acierto aquel de cada maestrillo tiene
su librillo.
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Paella ibérica
Algo que contar
Más famoso aún que el macho
ibérico es –o debería ser- el “cerdo ibérico”.
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Arrojarlo así, por las
buenas, a las turbulencias arroceras de una paella podría parecer un
sacrilegio, salvo y sólo con la salvedad de hacerlo con la delicadeza que se
indica en esta receta (deberíamos ponernos guantes blancos para realizar esta
operación).
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Paella de carrileras
de cerdo ibérico
al Oporto
Algo que contar
…
La formulación de esta
receta, basándose en los efectos de la maceración y posterior guiso en
Oporto, recrean una combinación magistral de textura y aroma que, aunque poco
habituales en platos de fuerte tradición campestre como la paella, son
inevitables de guisar una vez que se conoce su secreto.
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Paellas de pescado
(50 recetas de
paellas de pescado, de las que selecciono 3 fotos)
Paella caviar de oricios
Algo que contar
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Una paella pintada con este
tesoro gastronómico es un placer que debemos probar al menos una vez en
nuestra vida. Es una paella auténticamente cantábrica.
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Paella ciega de moluscos
Algo que contar
Las paellas ciegas, las que
no tienen cáscaras ni espinas, ni nada que impida comerlas a ciegas, como ya
se comentó en recetas anteriores, tienen su particular encanto al evitar el
molesto ensuciamiento de manos que conlleva su degustación.
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Paella negra de calamar
y mariscos
Algo que contar
Las paellas negras suelen
tener en casi todas partes al calamar por molusco invitado. Es probable que
sea por la abundancia de tinta que proporciona, aunque también tiene que
influir su versatilidad de guiso y su apreciado sabor.
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Paellas vegetarianas
(5 recetas de
paellas vegetarianas)
La fideuá
(1 receta de fideuá,
de la que copiamos la foto)
Fideuá
Algo que contar
La fideuá ha conseguido
tanta popularidad en los últimos tiempos que ya resulta frecuente oír el
comentario cuando se cocina una paella que se prefiere la fideuá a ésta o
viceversa. Sin embargo, esto ha de quedar relegado indiscutiblemente al gusto
personalísimo de cada uno, pues nadie podría asegurar objetivamente que una
es mejor que la otra. Lo que sí es ya un hecho cierto es que la fideuá avanza
con paso inexorable por la gastronomía española, empezando a abrirse paso
airadamente por la cocina internacional, como hizo la paella hace mucho
tiempo.
…
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Índice
alfabético de paellas
Bibliografía
Bon dia, Sebastián
ResponderEliminarLa paella. Una enciclopedia!!
Buena lectura todo lo que nos propones. Los que nos gustan los libros quizás para ser mas felices sabemos dónde venir.
Por eso gracias, gracias por todo este año y todos los anteriores. Por encontrarme en tu espacio cómo en casa.
Pero volviendo a la paella, (poco puedo aportar a la vista de toda la información que nos aportas). Sólo comentarte que la paella a ciegas, aqui hay una que se llama Paella Sr. Parellada:
http://es.wikipedia.org/wiki/Arroz_Parellada
Las paellas sé que te gustan por eso brindo des de la distancia para un Feliz Año 2014 lleno de esperanza!!
PD: La fideuà me encanta... parece que la nota que transcribes la hubiera escrito fina.
Saludos,
Amiga Fina:
EliminarLa paella -y los arroces en general, fideuá incluida- suelen tener el aliciente del factor sorpresa: ¡siempre diferentes!
Un saludo,
Sebastián Damunt