Pluma, cuchillo y tenedor
Pura Azorín
Dibujos de Emilio
Pascual
Murcia, 2013
Pura Azorín.
Licenciada en Filología Románica por la
Universidad de Murcia.
Emilio
Javier Pascual Molina.
Licenciado en Bellas Artes por la Facultad de San Carlos de Valencia.
SUMARIO
Prólogo
…
La
cocina murciana ha dejado su huella en la literatura. A veces la presencias es
simbólica, una alegoría delicada y hermosa: recuerdo que Asensio Sáez, en el
cuento “Personaje bajo el arco de la Aurora” habla de la luz suculenta de Murcia,
y al sol lo llama un membrillo de oro. Me propongo compartir con ustedes esos
cuentos, relatos, o apenas fragmentos, en donde los escritores han mezclado la
literatura y la gastronomía. No va a ser éste un libro erudito, no será ningún
canon. Sé que me he dejado en el tintero episodios que deberían figurar, pero
no se trata de un estudio exhaustivo, sino de compartir aquellos fragmentos que
llamaron mi atención.
…
Leer,
comer, son acciones misteriosas. Muy a menudo la memoria del gusto, el sabor de
lo que comemos es una llave que abre la puerta de la escritura; hay
desperdigados en las páginas de los libros pasajes que nos permiten capturar
otra vez los proustianos recuerdos,
rememorar los sabores y la luz que les acompañaba. Comer es un acto mágico; en
las culturas primitivas se cree que mediante la comida nos apoderamos de la
esencia, del espíritu de otro ser. Leer y comer están ligados a menudo.
…
Agradecimientos
1.El
gárum cartagenero
…
El “garum” –salsa de entrañas de pescado
macerado en salmuera y especias- lo enviaban a Roma en barriles ya que ninguna
comida que se preciara podía dejar de incluirlo en el menú. Horacio, en la
Sátira VIII del libro segundo, habla del mejor. “Hecho del suco de las caballas
españolas”.
…
Pedro Cobos,
La vida perdularia
Mújoles
con eneldo:
Descamas los pescados,
los limpias, los metes en la cazuela y echas aceite, “garum”, vino, manojos de
puerro y cilantro y lo pones a cocer. Pon pimienta en el mortero, machácala y añade
aceite y un poco de vinagre, vino y vino de pasas; pásalo a una olla y ponlo a
hervir; lígalo con fécula y viértelo sobre la cazuela de pescado. Echa pimienta
por encima.
…,
los ingredientes en esta auténtica receta son de uso corriente, ya que la salsa
de gárum puede obtenerse triturando y mezclando con aceite de oliva, anchoas,
olivas negras, pimienta y clavo. Es, pues, posible elaborar ambos platos, y
que Apicio les ampare. Pero si, sencillamente, extiende una capa de este
condimento, hecho con anchoas, olivas negras y aceite, sobre una fina
rebanada de pan recién tostado, y lo acompañan de una crujiente rama de apio,
por un instante se sentirán como un plebeyo casi feliz.
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2. Cocina regia
3. ¡Ay de m¡
Alhama!
4. Caravaca, ardor
guerrero
El
viajero, tras caminar por el asombro de tan pródiga ciudad, indaga noticias y
tiene referencias: en cualquier taberna le trazarán el itinerario: unas magras
a la brasa, que solo por la olor ya enamoran, caerán dignamente. Después, si es
tiempo, la gloriosa pipirrana o mojete carabaqueño, una de las más memorables
ensaladas que Murcia supo crear.
…
Juan García Abellán,
Murcia entre bocado y trago
Desde
el mismo título, este libro encantador es un acierto y García Abellán, autor
inclasificable, una referencia imprescindible. Qué gran placer andar los
caminos del monte, recorrer los carriles de la huerta o estar a la orilla del
mar junto a este viajero amable y sabio que nos invita a mesa y mantel, y que
tras su periplo provincial histórico, gastronómico y poético, tuvo la
generosidad de dejarlo escrito para deleite y resopón de futuros lectores.
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Pipirrana
Ingredientes
(para 4 odaliscas):
2
tomates
2
pepinos
4
ajos tiernos
2
ñoras frescas
Un
puñado de olivas negras de piquillo
200
g de bacalao seco
Aceite
y sal
Elaboración:
Se lava el bacalao bajo
el grifo para que pierda la sal, se limpia de piel y espinas, y se separa en
hebras.
Mejora mucho el plato si
los ajos tiernos se pasan un instante por encima de la llama viva, lo que hará
que se les quite la camisa con facilidad y potenciará su sabor; entonces se trocean.
Las ñoras se cortan en
tiras largas; los tomates y pepinos en dados.
En un cuenco se mezclan
todas las verduras, las olivas negras, el bacalao y se aliña con aceite y sal.
Este mojete está más
bueno cuando se han integrado los sabores, después de reposar un rato.
5. La Lozana
Andaluza
6. El poético
jardín
7. Pastel murciano
de carne
8.
Pocicos de nieve
Así
pues, en pleno verano, hay nieve en Murcia. Pueden las monjas comprar un poco
para hacer los refrescos del día de su santo patrón. Pueden las parroquias
obsequiar en las vísperas de su festividad más sonada con un limón helado.
Pueden los regidores mandar que les traigan una zarzaparrilla fresca para hacer
descanso en sus reuniones.
…
Manuel Muñoz Barberán,
Ventana al ayer
En
esta tierra cálida –a veces abrasada-, ya se hacían helados y sorbetes hace
siglos. La nieve caída en el invierno en las montañas más cercanas era
transportada en cubos y depositada en cuevas profundas de piedra sillar o
pozos de nieve, pisándola hasta hacerla un témpano que aguantaba hasta el
verano sin deshacerse. Cuando apretaban los calores, bajaban en serones de
esparto este verdadero artículo de lujo.
…
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Sorbete
de higos chumbos
Ingredientes
(para cuatro sibaritas):
Para
el sorbete:
Un
kilo de higos chumbos
Un
vaso de agua
2
claras de huevo
Para
el almíbar:
2
vasos de agua
350
gramos de azúcar
Piel
de un limón
Una
rama de canela
Elaboración:
Para hacer el
almíbar, calienten el agua y añadan el azúcar, la piel de limón y el palo de
canela; se hierven durante 10 minutos (o hasta que se observe que se pone
denso); se aparta del fuego y se cuela.
Pelen los higos
chumbos con cuidado (pinchan menos si previamente se meten en un cubo con agua
para que suelten las pinchas). Una vez limpios se trituran y se pasan por un
colador fino. Esta “crema de higos” se mezcla con las claras, el vaso de agua y
el almíbar (ya frío) y se bate con una “túrmix” o similar. Viertan la mezcla
(habrá esponjado, espero) en el congelador, removiendo de vez en cuando para
que adquiera textura de granizado. Sírvanlo en una copa, con una hoja de menta
fresca y disfruten como un rey moro.
9. Corazón
pimentonero
10. De Murcia al
cielo
11. Elogio del higo
12. El puchero de
las Beatas de la Fuensantica
13. Juan de la
Cierva e hijo
14. La ollica
gitana de Vicente Medina
15.
Una delicia
…
El
postre se hace con hojas de limonero recién cortadas del árbol; se bañan en una
sutil crema hecha con huevo frescos y harina de primera flor, y se doran en
aceite de oliva virgen. Recién fritas las hojas con esta envoltura crujiente,
se espolvorean con azúcar y canela. Dos condiciones más: han de tomarse
templadas y, lo diré sin ambages, con los dedos.
…
El
aceite caliente provoca que los poros de la hoja se dilaten y exhalen el
perfume ácido y sumamente agradable de los limones del sur, pero la sutil
prisión de la cobertura lo retiene hasta que llegue el momento de saborearlo.
Entonces se toma el peciolo con los dedos y toda la hoja se introduce en la
boca. Se tira del rabillo mientras la presión de los labios mantiene sobre la
lengua la hoja entera con su deliciosa envoltura. Y sucede el milagro: la hoja
se libera, pero antes de salir, estalla dentro de la boca dejando algo caliente
y de textura sumamente agradable. El desenlace es breve, no lo negaré, pero,
señores, la vida es breve.
…
Pura Azorín,
La honorable sociedad
Yo,
con perdón, escribí, con mejor intención que resultado, este cuento poco
después de probar el delicioso postre y sufrir en mis carnes el pequeño
terremoto.
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Paparajotes
Ingredientes
(para 4 viejos verdes):
12
hojas de limonero
2
huevos
2
vasos de leche
2
cucharadas de azúcar
Sal
Harina,
la que admita (sobre 200 gramos)
Medio
sobre de levadura en polvo
Aceite
para freír
Azúcar
y canela molida para espolvorear
Elaboración:
Las hojas de
limonero se lavan bien y se secan.
En un cuenco se baten los huevos, se añade la leche, la sal, el
azúcar, la levadura y la harina que admita hasta conseguir una masa blanda (más blanda que la del bizcocho). Es mejor
dejar reposar la masa media hora.
Se meten las hojas
del limonero sujetándolas por el tallo en la masa, hasta quedar rebozadas por
ambas caras, e inmediatamente se fríen en aceite caliente. Cuando están bien
doradas por las dos caras, se sacan y se ponen sobre un papel absorbente para
quitar el exceso de grasa. Aún calientes, se espolvorean con azúcar y canela.
Se sirven en una fuente con unas ramas de canela y una flor de
limonero.
16. Suspiros de
España
17. Gazpachada en
Yecla
18. En consejo de
don Antonio
19. Un epicúreo sin
saberlo
20. La matanza
21. Muerdo el Mar
Menor y me trago su sangre
22. Macondo o casi
23. Panes benditos
de San Blas
24. Lo más dulce
25. Cocina del
hambre
26. Literatura oral
27. El detective
Carvalho viaja a Murcia
28.
El cordero segureño
Campo
de San Juan
Levito, pleno de nirvana de siesta, echado indolentemente sobre
banco de madera, bajo uno de los olmos de la plaza de El Calar de la Santa, en
la Extremadura murciana de Moratalla. Un asado de cordero en Casa Lui, de salsa
exhaustivamente rebañada en la misma cazuela de barro en que ha sido servido,
opera de causa y cúpula del clisado que perfecciono con entusiasmo de neófito y
abandono de místico en éxtasis.
Santiago Delgado,
Textos de viaje
Este plato se hace en toda la
comunidad de Murcia, con algunas variantes: en la zona de Moratalla le ponen
almendra molida, lo que le da un contrapunto dulce tan agradable que su ingesta
provoca “abandono de místico en éxtasis”. Si el codero es lechal (que apenas
ha cumplido cuarenta días) no necesita mucho aderezo, como es el caso de la
Tartera Caravaqueña, que solo lleva tomillo. En corderos pascuales, o aún
mayores, se les puede añadir un vaso de vino blanco.
El
Cordero Segureño es una raza de ganado ovino, de una calidad extraordinaria,
adaptada a la vida en la Sierra de Segura y en las zonas alta de la ribera
del río Segura; en la comarca del Noroeste, Moratalla, Caravaca, Cehegin,
Bullas y Calasparra se elaboran ancestrales recetas con cordero:
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Chuletas
de cordero al ajo cabañil.
Ingredientes
(para 4 viajeros):
Un
kilo de chuletas de cordero de palo y de riñonada.
Aceite
Ajos
Vinagre
Sal
y azúcar
Elaboración:
Se pican los ajos en un
mortero con un poco de sal; se les añade un vasico de agua y una cucharada de
azúcar.
Se fríen las chuletas en
una sartén con aceite a fuego vivo hasta que estén bien doradas, y entonces se
le retira parte del aceite, para que no estén excesivamente grasientas.
Se añade a la sartén el
majado y se deja cocer unos minutos más.
29. Comiendo con
Coy
30. Bocaditos
literarios en la red (1ª parte)
31. El sabor de las
tortas de Pascua
32. Bocados
literarios en lared (2ª parte)
33. Comer y callar
34. Pesas y
medidas: unas cuantas normas
Glosario
Índice alfabético
de recetas
Bibliografía
Bon día, Sebastián,
ResponderEliminarQue bonitos e interesantes libros nos descubres.
Gracias y que bien!! Me faltan adjetivos
La mayoría de las veces no puedo contestarte en seguida.
Casi siempre miro las fotos y luego leo con calma el artículo.
El desideratum de la autora ya nos anuncia que el libro va a ser de lo más interesante.
Las ilustraciones preciosas. Todas me han gustado. Los títulos.
Si te fijas la primera es como la olivada de Lleida o la Tapenade de Provence. (Mediterráneo) buen autor.
La autora, filóloga y el ilustrador transmiten cercanía.
Los paparajotes, hace poco Capel escribió sobre ellos.
Tengo un libro de cocina monacal y la receta que presentan es del Monasterio Santomera(Múrcia). Deben ser una delicia!
Recuerdo otros libros que presentaste sobre la cocina Murciana.
Esta cocina tiene una gran riqueza y variedad.
El libro casi una confidencia de la autora. Me gusta.La asociación magnífica
Saludos y un buen día!
Sebastián,
ResponderEliminarHe leído que citan el membrillo!..
y al sol lo llama un membrillo de oro
He descubierto una variedad (para mi nueva)
"la gruixuda codonya, (membrilla a Múrcia), de polpa fina i sucosa",
Saludos,
Amiga Fina:
ResponderEliminarTu buen ojo siempre sabe descubrir y apreciar textos interesantes. Los paparajotes son un postre clásico en Murcia, que hay que saber interpretar y la descripción que hace la autora es genial.
Finalmente vas a tener que escribir una segunda parte de tu libro sobre el membrillo. Tu espíritu descubridor nunca se da por satisfecho y siempre vas ampliando y mejorando tus informes.
Un saludo,
Sebastián Damunt